La necesidad de sentir
las llaves de la tarde
muy cerca del sueño…
o la imperiosa urgencia
de las horas muertas,
que todos guardamos
en algún lugar de oscuros
pasillos de donde nadie
pueda rescatarnos.
Si… sé, que no se entregará
a la mal disimulada crueldad
de sus gestos.
A esa tarde que queda atrás,
como un paisaje desgastado
por el viento, donde en cada
esquina parece susurrar, todos
los nombres del invierno.
Texto original © Valleduart
Yet a gesture
of cruel
dissimulation
may trigger
what I know
can rescue
us
from Nobody’s
obscurity
of the
paths we all guard
from our
death and the
imperious
urgency
to near our
dreams…
that
afternoon’s keys.
Versión adaptada © Manuela Gallina
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