Tráfico nocturno.
Sonidos metálicos
electrizan el aire.
A lo lejos, las luces
del puerto en su
parpadeo, parecieran
querer transmitir,
codificados mensajes
a otros mundos.
Mundos al otro lado
de la noche.
Ese lugar donde nacen
las palabras y el silencio
ya no es un pájaro herido.
Donde cada ausencia es una
respuesta a extramuros
del laberinto.
Frente a la bahia,
la noche es líquida.
Suena un teléfono.
Valleduart
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